Te quise hasta las lágrimas.
En la vida, mientras crecemos aprendemos a reconocer y conocer personas, personas que pueden ser momentáneas o que pueden ser permanentes, aprendemos que estas personas que llegan a nuestra vida se convierten en parte de nuestra rutina, de nuestro día, que una vida sin ellas no podría ser posible, nos acostumbramos a conocer personas e intercambiar momentos con ellas.
“Acostumbrarse”, un día un anciano, en el panecillo; (el adorablemente había decidido ser sabio a falta de...
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