En mi blog descubrirás todas las leyendas ecuatorianas que desde tiempos inmemoriables llenaban nuestra niñez, ya sea porque nos las han contado nuestros padres o en nuestra escuela. 

Yo he realizado esta recopilación para mantenerlas vivas y para que podamos compartirlas con nuestros hijos y con nuestros nietos para pasar esta tradición de generación en generación. Estas leyendas son parte de nuestra identidad como ecuatorianos.
Por ahí afuera hay muchas más que poco a poco...

Desde arriba del Torreón, la ciudad, en las noches de luna, parecía una maqueta parda llena detejados, que guardaban jardines atiborrados de buganvillas, nogales e higos. Más arriba, en cambio, se distinguían las palmeras chilenas: enjutas y lustrosas, pese a la intensidad nocturna y las exiguas farolas, alumbradas con mecheros que –de cuando en cuando- eran revisados por el farolero, envuelto en un gabán descolorido que no impedía apreciar su silueta recorriendo esa luz...

María Angula era una niña alegre y vivaracha, hija de un hacendado de Cayambe. Le encantaban los chismes y se divertía llevando cuentos entre sus amigo para enemistarlos. Por esto la llamaban la metepleitos, la lengua larga o la “carishina” chismosa.
Así, María Angula creció 16 años dedicada a fabricar líos con la vida de los vecinos, y nunca se dio tiempo para aprender a organizar la casa y preparar sabrosas comidas. Cuando María Angula se casó, empezaron sus problemas. El...

El cuscungo llora cuando alguien va a morir, por eso hay que tener cuidado, aquí canta cada noche, en la quebrada de Tarapsha. Para protegerse anida en los huecos del cerro cortado a...

Cuentan que, durante una noche oscura,  José, un jugador de cartas tramposo,estaba retornando a su casa con los bolsillos llenos de dinero. La gente del pueblo donde hacía sus trucos sucios, harta de su presencia, decidió entregarle una botella llena de...