La explosión de Internet está propiciando el desarrollo de nuevos dispositivos con los que las personas cubren eventos y difunden su contenido rápidamente. Las nuevas tendencias van de la mano de blogs, dispositivos móviles, redes sociales y otras herramientas digitales, lo que ha permitido a la sociedad publicar sus propias historias. Esto está teniendo un gran impacto en cómo funcionan los medios tradicionales, porque el contenido generado por la ciudadanía ha contribuido en gran parte a la recopilación y difusión de noticias.
El periodismo ciudadano ha creado nuevas oportunidades y ha transformado los medios de comunicación de manera positiva, demostrando ser una parte efectiva en la transmisión de noticias y un activo para periodistas y editores.
Un ejemplo claro es: En un rincón de Ecuador, en Patután, Cotopaxi, los ciudadanos están conectados al mundo gracias a un blog: #ruraleando. Probablemente los pacientes que van todos los días al Sub centro de Salud de esta parroquia no saben que al finalizar la jornada, Denisse Calle (@niches13) sin temores ni censuras publica tanto los problemas como el progreso del sistema de salud, contando situaciones que vive desde que inició su año de trabajo rural como médico. Lo hace porque sabe de lo que habla: pregunta, analiza, comprueba y propone soluciones.
Cuenta la doctora, cuando conoció a Segundo, un adicto en rehabilitación que llegó por una infección intestinal y salió sonriéndole a la vida por la nueva oportunidad para volver a empezar.
El blog nos enseña a ver más allá del descuido de la medicina como profesión, la misma que ya no se centra en el paciente, sino en una extensión de recetas o revisión de exámenes sin detenimiento; nos permite conmovernos frente al dolor, reflejando la parte humana de los problemas de una comunidad.
Gracias a esta bitácora, la Doctora Denisse pudo tener contacto con representantes nacionales en el Área de Salud y comentarles necesidades que no se ven, que no se sienten o se viven a menos que ellos sean parte de esa realidad.
También pudo contactarse con el Ministerio de Salud Pública y con el Ministerio del Interior, a través de una propuesta de capacitación sobre primeros auxilios, luego de ayudar a la víctima de un accidente en las peores condiciones.
Otro ejemplo es en África hay periodistas de Ruanda que dan una propina a los ciudadanos por informar de las noticias locales de su entorno; en Sudán, los ciudadano ha publicado las represalias del gobierno sudanés por reunir testimonios, fotos y vídeos por parte de la ciudadanía. Twitter y la tecnología móvil ha permitido que los periodistas ciudadanos puedan publicar con mayor eficacia las consecuencias del régimen iraní, Por lo tanto, el periodismo ciudadano no solo compite con los medios de comunicación, sino que también promueve y asegura en determinadas circunstancias una información veraz y actualizada.
Además, el periodismo ciudadano es admirado por su inmediatez en informar y esto ayuda a la labor del periodista profesional, pero el contenido ciudadano aún choca con los grandes medios de comunicación, principalmente en la cuestión de la falta de profesionalidad. Hay periodistas profesionales que acusan a los ciudadanos de que su contenido no cumple las normas éticas que todo periodista debe respetar, como la privacidad o la sensibilidad
Por lo tanto, de momento seguirá existiendo tensión entre los medios de comunicación y los ciudadanos, porque aquellos se están viendo amenazados. En su lugar, la sociedad está decidiendo lo que es noticia por su cuenta. El verdadero reto es la identificación de la fuente y la fiabilidad del contenido. El periodismo ciudadano perjudica a los medios de comunicación en cuanto a la profesionalidad, la ética profesional o el desempleo, pero los periodistas ciudadanos han aprendido las pautas profesionales básicas para informar tan eficientemente como sea posible.
En la era de internet nadie es un consumidor pasivo porque todos somos un medio, el usuario ahora opina, comenta, crea grupos de discusión, sugiere, censura, rechaza, protesta ya no se remite únicamente a leer, sino que retroalimenta la noticia y exige saber todos los pormenores de último minuto.
Una influencia trascendental del periodismo ciudadano no solo en la audiencia sino también en los comunicadores y medios es que, como se dice vulgarmente ahora todos son periodistas, y esto no puede ser más cierto; el público tiene las mismas herramientas que el periodista y nadie está impedido de publicar una noticia en las redes sociales e incluso atribuirse créditos de algún suceso. Por lo tanto, así como el ciberperiodismo facilita muchas cosas en la vida del comunicador, también lo exige a prepararse mejor para que su trabajo se diferencie del periodismo ciudadano.
Todo esto ha llevado a los medios de comunicación a actualizarse en sus procedimientos, a renovarse en su material humano y agilizar sus actividades; están obligados a ir al ritmo de su exigente ciberaudiencia, no se puede estancar porque no solo el público ha aumentado sino también la competencia que puede ser el mismo público también. Estamos en una era de las comunicaciones mucho más dinámica y activa que antes donde, si bien es cierto que lo digital no puede desplazar a lo físico del todo, es inevitable que todos estos medios convivan entre si y de esa manera se complementan.
Desde el corset a las medias de nylon (material destinado en principio para reforzar los paracaídas), la moda ha tenido sus avances y retrocesos. Tras los locos años 20 llegó la depresión económica de los años 30. En las décadas siguientes renació el glamour y la feminidad, en los 60 Mary Quant escandalizó a medio mundo con su invento: la minifalda y en los 70 los jóvenes mostraban su atuendo como símbolo de la revolución sexual y pacifista de la era de acuario. En la década de 1980 imperaba el afán de triunfo en una época de bonanza económica. La moda yuppie unida al culto al cuerpo. Los gimnasios se ponían de moda y las pasarelas se hacían eco en sus diseños con prendas como los calentadores.
